Como tantas hermanas de personajes famosos del mundo de las letras del pasado, Alice James estaba llamada a pasar a la historia como una nota al pie de página, una mención más en las biografías de sus hermanos William – y sobre todo – Henry James, explicando su relación con ellos y la influencia que pudo tener en la construcción de personajes de Henry. Quizás hubiese protagonizado algún estudio médico, puesto que Alice James fue una de tantas mujeres a las que en el siglo XIX diagnosticaron de histeria (una enfermedad que en realidad no era tal). Pero Alice James hizo algo sorprendente: en sus últimos años, escribió un diario. Un diario que escandalizó a William y a Henry James y que le aseguró su paso por derecho propio a la historia.
Alice era la más pequeña de los hermanos James y la única niña. Recibió una completa educación y creció en un hogar intelectual, en el que aprendió a pensar por si misma (y quizás eso fue después su perdición). Fue una mujer enfermiza, la ‘hermana inválida’ del popular escritor (aunque posiblemente no tuviese ningún mal físico que la aquejase, sino simplemente fuese la víctima de una sociedad en la que las mujeres poco podían hacer y en la que podías consumirte de aburrimiento e inactividad, especialmente si habías tenido una educación que te empujaba a querer hacer cosas). Tuvo varios momentos de ‘acción’, por así decirlo, como cuando se hizo cargo de la casa de su padre tras la muerte de su madre y como cuando decidió venirse a Europa, en 1884 siguiendo a Katherine Loring, su más preciada amiga (y sobre quien hoy en día se cree que era simplemente su pareja), y se instaló en Inglaterra cerca de su hermano, Henry James.
A pesar del esfuerzo hecho por cruzar el Atlántico, al llegar a Europa Alice volvió a sufrir un colapso. Pasó muchos años en cama o enferma, vigilada por una enfermera, sin que nadie supiese – como ella comenta en sus diarios – poner nombre o encontrar lo físico de los males que la aquejaban. A finales de la década, le fue detectado un cáncer de mama y fue de lo que murió en 1892.
Tres años antes había empezado a escribir un diario, en el que hacía comentarios sobre la vida diaria en la Inglaterra de la época. Hablaba de lo que le contaban sus visitantes, de lo que veía, de las pequeñas guerras entre su enfermera y su cocinera para captar a la pequeña criada de la casa a su religión, de la cantidad ingente de hijos que tenían los vecinos… Cuando no tenía fuerzas para escribir, dictaba los contenidos a su enfermera o a Katherine Loring e incluso antes de morir estuvo dictando contenidos para su diario. El diario de Alice James muestra a una persona más compleja que la de la hermana inválida del famoso escritor que es casi una caricatura de un personaje de novela. Alice James es sarcástica y observadora y consigue estar increiblemente bien informada a pesar de prácticamente no salir de su habitación. De hecho, sigue con apasionamiento el problema irlandés (en ese momento estaba empezando a tomar fuerza el nacionalismo irlandés) y sus implicaciones.
Tras la muerte de Alice James, Katherine Loring (siguiendo sus instrucciones) preparó una edición en formato libro. Hizo una pequeña tirada y remitió un ejemplar a cada uno de los hermanos (incluidos los dos hermanos no escritores célebres siempre olvidados). William simplemente dio acuse de recibo, pero Henry James se mostró conmocionado por las indiscrecciones que recogía el libro. En realidad, y leyéndolo desde el presente, el libro no incluye nada realmente escandaloso, pero sí muchas menciones directas a sus contemporáneos que a Henry James le parecieron simplemente cotilleo de mal gusto.
El diario ha sido editado en España por Pretextos y Fundación Once en formato libro
, aunque puede descargarse gratis en formato pdf en la web de la Fundación Once. La edición es muy completa y cuidada
Foto Wikipedia