En los últimos meses hemos visto como aparecían diferentes posibilidades para convertir los ebooks en – de cierta manera – productos de papel, aunque lo que hace de un libro electrónico un libro electrónico es justamente la ausencia de ese papel. Lo que todas estas propuestas tienen en común es que deciden centrarse en lo que el ebook no permitía hasta ahora, como el poder darlo de forma física.
Primero descubrimos Fotolito Books, una propuesta que se ha centrado en el ebook como regalo convirtiéndolo en un objecto. Luego lo hicimos con Seebook, que ofrece a editores y autores un soporte para dar en papel el libro electrónico. Y ahora Bubok, la plataforma de autoedición española, lanza su Paper ebook, una propuesta destinada, según explican en una nota de prensa, a aquellos «escritores noveles que publican su obra en formato digital, pero que no quieren renunciar a realizar presentaciones físicas de sus libros».
Paper ebook funciona de forma semejante a como lo hace Seebook. El ebook se presenta en una especie de díptico en papel, del tamaño de una doble cuartilla de papel plastificada con la portada y contraportada del libro, en el que apuestan por un diseño atractivo, y que incluye o bien un código QR o bien (o también) una URL que dejará al lector acceder al sitio de compra del libro. Además, el autor podrá incluir otras herramientas de promoción, como enlaces que permitan descargar de fora gratuita todo el libro o algún capítulo, según lo que le interese en ese momento al autor. El Paper ebook incluye también un extracto con la información más relevante del autor y de su obra, lo que complementa la información ofrecida.
“La idea del Paper ebook es que el autor de ebooks tenga algo que sus lectores puedan tocar y coleccionar, que puedan firmar y dedicar en sus presentaciones y también una forma de vender o regalar un ejemplar de su obra sin tener que enviarla por email”, apunta Sergio Mejías, director general de Bubok. Al ser algo físico, se presta para todo ello y además también se pueden colocar en una estantería y por ejemplo, vender de forma ‘tradicional’ en una librería.