folletínEn el siglo XIX las novelas se publicaban por entregas. Todas las novelas. Incluso esas que hoy vemos como clásicos a los que no se les puede toser. El folletín era el modo de publicación y daba realmente igual que esa novela la firmase Charles Dickens que algún escritor oscuro que ahora nos parece ridículo y pomposo. Pero en el siglo XX el folletín empezó a decaer y en el XXI parecía que había pasado a mejor vida. Pero ¿lo ha hecho? ¿O está a punto de tener una nueva existencia?

Hace ahora poco más de un año, Alfaguara hizo un experimiento. La última novela de Santiago Rocangliolo, Óscar y las mujeres , apareció primero por entregas en formato ebook. Los lectores pudieron ir haciéndose con las diferentes partes de la novela de forma progresiva y la suma final fue igual al precio del ebook completo. ”La televisión acabó con la literatura por entregas”, explicaba entonces el autor. Pero internet (algo con lo que al autor le gusta experimentar) le estaba dando una nueva oportunidad.

El ebook permite adquirir contenidos a bajo coste y de forma casi impulsiva, suscribirnos para recibir nuevos episodios o acceder de forma fragmentaria a las obras. Además de que ahora se lee cada vez más en breves períodos de tiempo (por ejemplo de camino al trabajo), lo que hace más sencillo leer obras fragmentarias. Y del mismo modo que seguimos series gracias a la pantalla de nuestro ordenador o nuestro smartphone, ¿podemos leer libros? Una rápida búsqueda en Google nos demuestra como cada vez más autores y editores se están preguntando por ese modelo. Hasta Margaret Atwood se ha pronunciado sobre el tema y publicó hace poco una novela por entregas.

Y los escritores podrían apostar por ello por la misma razón por la que los del XIX apostaban por el método: es una mayor fuente de ingresos y más sostenida en el tiempo, como apunta una experta. Y si la historia triunfa siempre se puede hacer lo que hicieron los guionistas de tantas series: estirar la trama como si fuese chicle. 

Y puestos a vender queda claro lo que triunfa: novela erótica. Por eso una de las últimas apuestas en este terreno es una serie erótica. Cada lunes, una editorial británica, Hodder & Stoughton, va a publicar un capítulo de una novela erótica para «aligerar el viaje en metro». La serie se titulará Blue Mondays, escrita por Emily Dubberley, y seguirá a dos protagonistas,  Lucy y Ben, que (era de esperar) se encuentra en el metro de Londres por primera vez (apuesto que un lunes). Cada capítulo costará 99 peniques.

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