Islandia, ese gélido país con la misma población que mi ciudad (300000 habitantes), sale de primero en todos los ránkings. En número de libros leídos por persona y año. En número de libros publicados. En número de escritores.
Y es que allí hay un refrán que dice: «ad ganga med bok I maganum» algo así como que todo el mundo «tiene un libro en el vientre». Es una exageración, pero no demasiado. Uno de cada 10 islandeses ha escrito (y publicado) un libro.
Cuando uno piensa en Islandia, eso sí, encuentra rápido la explicación: pobres, qué más van a hacer allí durante el largo invierno. Pues ahora ver la tele y conectarse a Internet, pero durante muchos siglos solo contar historias. Eso, según el novelista, Solvi Bjorn Siggurdsson, forjó una nación de narradores: «Gracias a los poemas de Edda y a las sagas medievales, los islandeses siempre hemos estado rodeados de cuentos. Además, después de la independencia de Dinamarca, en 1944, la literatura ayudó a definir nuestra identidad».
Puede que también el paisaje ayude, como fuente de inspiración, pues sus ríos rodeados de lava negra, sus volcanes imponentes, y sus arroyos de cuento fascinaron a escritores como J.R.Tolkien o Seamus Heaney.
Reykjavik ha sido designada por la Unesco Ciudad de la literatura, por su rica tradición histórica y literaria, destacando las sagas medievales, que contaban la llegada de los vikingos. Aún se conservan por toda la ciudad, y puedes leerlas en servilletas y tazas, pero también al sentarte en los bancos de la ciudad, que cuentan con códigos QR para los smartphones.
Pero hoy en día los islandeses no solo escriben sagas, sino que destacan en muchos más géneros: desde la literatura infantil a la erótica, pasando por la poesía. Aunque lo que más triunfa es la novela negra, algo que no sorprende en un país nórdico. Eso sí, en Islandia, las cifras de ventas de la literatura policíaca en los últimos años doblan las de cualquiera de sus países vecinos.
Como es lógico, un país de escritores es sobre todo un país de lectores. Su ídolo es Halldor Laxness, único islandés ganador del Nobel de Literatura (en 1955). Nombran a sus gatos con los personajes de sus novelas, peregrinan a su casa, y sus libros se encuentran a la venta en cada gasolinera.
Y por supuesto, cada Navidad, el regalo estrella es un buen pack de libros.
Vía | BBC