Como todo el mundo sabe, a menos que se haya exiliado en Marte, esta semana llega al cine la adaptación de 50 sombras de Grey, la novela de E.L. James que ha puesto de moda la novela erótica (algunos dicen que la novela erótica decididamente mala). Y mientras algunos críticos están despellejando la película con la misma brutalidad que los críticos literarios despellejaron la novela en su momento, hay quienes están intentando escribir su propio éxito a lo 50 sombras… o quienes crean las herramientas que te permitirán hacer tu propia novela en casa. Porque si creías que escribir 50 sombras de Grey es tan fácil que un ordenador podría hacerlo sin esfuerzo, estás de enhorabuena.
Una de las ingenieras de Google, Lisa Wray, ha creado un generador de texto automático que crea pasajes de novela que bien podrían ser de 50 sombras de Grey pero que en realidad son creados por el sistema. Para poder leer uno de esos pasajes falsos solo hay que entrar en la web del generador automático (y tener paciencia, todos los medios estadounidenses están hablando de ello y eso hace que la web vaya un poco lenta) y ver qué se crea. El resultado bien podría haber sido escrito por E.L. James (para delicia de todos los haters del libro).
Y lo cierto es que una vez que lees cómo funciona el generador de texto (Wray lo cuenta en las FAQ del proyecto) la idea es incluso más interesante. Porque para crearlo, el sistema no solo tiene en cuenta que tiene que tener esas palabras que suelen aparecer en los libros de James sino que además vigila la gramática y crea estructuras que tienen sentido. Así que en realidad detrás de este juguete- curiosidad literaria hay mucho trabajo y mucho refinamiento técnico. «Esencialmente, tienes que hacer un listado con cada mínima decisión que la máquina tiene que tomar para que el texto resultante suene como 50 sombras de Grey y no como, digamos, el Dalai Lama», explica.
En los textos no falta, por cierto, la diosa interior que ha sido el blanco generalizado de las críticas y parodias sobre los contenidos del libro que se han publicado.
Interesante el artículo, Raquel. Yo, desde mi modesto punto de vista de lector, soy de los que piensa que, en literatura, «cualquier tiempo pasado fue mejor». No significa que pretenda remontarme exclusivamente a los libros o a los escritores que puedan considerarse «clásicos», pero si reconozco que vuelvo una y otra vez a mis lecturas y relecturas de Borges, Dickens, Hammet, Hesse y algunos más que siempre ceden a mis intenciones gustosamente. Para la literatura barata siempre hay lugar en librerías, en internet y en los teclados de quienes, sin necesidad de este artilugio de Lisa Wray, pretenden emular estas «flores de un día» y, para más inri, se creen facultados para ello. Te puedes meter en casi cualquier presunto grupo literario de Facebook (puede que ya hayas echado un vistazo) y encontrarás a cientos de imitadores de E. L. James y sus acólitos. Saludos y gracias por tu labor.