Cuando eres un genio (reconocido) de la literatura puedes permirte ciertas exigencias. ¿Por ejemplo? Acceder a dar entrevistas únicamente si cumplen una serie de requisitos, como que te envíen antes todas las preguntas por escrito. Así lo explica el propio Nabokov en el prólogo de su libro ‘Opiniones contundentes‘ (donde se recogen muchas de las entrevistas que le realizaron): «Creo que a nadie se le ocurriría pedirme que me someta a una entrevista, si por “entrevista” se supone una charla entre dos seres humanos normales. Pues bien: lo han intentando por lo menos dos veces hace ya tiempo, y en una ocasión en presencia de un magnetófono; y, cuando me volvieron a pasar la cinta y acabé de reírme, decidí que nunca en la vida volvería a repetir esa hazaña. Hoy día tomo todas las precauciones necesarias para estar seguro de que el golpe que reciba del abanico del mandarín será digno. Las preguntas que quiera formularme el entrevistador ha de mandármelas por escrito, y yo se las contesto por escrito, y han de ser reproducidas al pie de la letra. Estas tres condiciones son ineludibles«.
Así, en todas las entrevistas podía llevarse sus amadas tarjetitas (también empleaban tarjetas para escribir sus novelas) y reproducir, a modo de teatro, la entrevista previamente pactada. Nadie duda de que fuera un genio, pero debía de angustiarse bastante cuando se le cogía de imprevisto.
El caso es que de entre los cientos de entrevistas que concedió así, una fue con James Mossman, en 1969, para la BBC. El periodista le preguntó los básicos de siempre, pero también otras cuestiones más originales, que nos permiten conocer aún mejor a uno de los mejores escritores del siglo XX. Como qué aboliría si reinase un estado absolutista.
«Aboliría los camiones y los transistores. Ilegalizaría el diabólico rugido de las motocicletas. Estrujaría el pescuezo de la música tenue en los lugares públicos. Desterraría el bidet de los baños de los hoteles para que cupiera una bañera más grande. Prohibiría a los granjeros el uso de insecticidas y les permitiría segar el prado solo una vez al año, a finales de agosto cuando todos hubiesen pupado».
Por qué había decidido vivir en hoteles.
«Simplifica las cuestiones postales, elimina las molestia de la propieda privada y me confirma en mi hábito favorito: el de la libertad».
Si se consideraba un genio.
«La palabra «genio» se ha extendido demasiado, ¿no? Al menos en inglés, porque su homólogo ruso, geniy, es un término inundado de cierto temor reverencial y solo se emplea en el caso de un número muy pequeño de escritores, Shakespeare, Milton, Pushkin, Tolstoi. Para autores tan amados como Turgenev o Chejov, los rusos han asignado el término más ligero talánt, talento, no genio. Es un extraño caso de discrepancia semántica -la misma palabra siendo más sustancial en un idioma que en otro. Aunque mi ruso y mi ingles coexisten, todavía me siento paralizado y perplejo cuando veo «genio» aplicado a cualquier contador autor importante, como Maupassant o Maugham. Genio todavía significa, en mi rusa meticulosidad y orgullo, un don único, resplandeciente, el genio de James Joyce, no el talento de Henry James. Creo que he perdido el hilo respondiendo a tu pregunta. ¿Cuál es la siguiente?»
O por qué despreciaba a los autores que hacían examen de conciencia o buscaban una revelación en sus escritos.
«Si te refieres a las peores novelas de Dostoievski, entonces sí, me disgustan intensamente ‘Los hermanos Karamazov’ y el abominable embrollo que es ‘Crimen y castigo’. Pero no, no objeto al examen de conciencia ni a la auto-revelación, pero si que en esos libros el alma, y los pecados, y el sentimentalismo, y la jerga periodística apenas justifiquen la tediosa y liosa búsqueda».
Por cierto, si quieres saber más sobre las filias y fobias literarias de Nabokov, descubre aquí sus libros favoritos y algunas cosas que odiaba.
Muy buenas:
Soy Eduardo Aguiar, autor de La Espada de los Druidas (primera parte de la saga Las Crónicas de Vulcania) que está a punto de ver la luz bajo el sello Caligrama Editorial (Penguin Random House), y me gustaría proponerles la posibilidad de realizar una entrevista en su prestigiosa web.
Más datos sobre mi proyecto en: https://www.lascronicasdevulcania.com/
Muchas gracias por su inestimable atención.