Tal día como hoy pero de hace más de cien años, nacía en Londres Enid Mary Blyton. Era el 11 de agosto de 1897 y la niña acabaría convirtiéndose en una de las escritoras más influyentes de la literatura infantil y juvenil del siglo XX. Se convirtió además en increiblemente popular: todo el mundo la conocía y ella supo aprovecharse de ello (su casa, Green Hedges, fue bautizada por sus propios lectores en un concurso en una revista… lo que la hace ser bastante genio del marketing). Aprovechando que hoy es su cumpleaños, repasamos algunos datos no habituales cuando se habla de Enid Blyton.
– A pesar de ser una de las autoras por excelencia de la literatura infantil, fue una madre bastante terrible.
Su hija pequeña, Imogen, ha declarado en varias ocasiones que su madre no era exactamente la mejor de las madres. «La verdad es, Enid Blyton era arrogante, insegura, pretenciosa, muy capacitada para sacarse de la cabeza las cosas muy difíciles o desagradables y sin una pizca de sentimiento maternal. Como niña, la veía como una figura más bien autoritaria. Como adulta no la odie. Sentí lástima», dijo en una ocasión. Según Imogen, su madre casi no subía a la nursery (esa habitación en la que condenaban a los niños en las casas pijas británicas de la época) y cuando lo hacía eran visitas duras y cortantes.
Su hemana, Gillian, no estuvo de acuerdo con esta visión de los hechos, aunque las dos hermanas se llevaban cuatro años (lo que daría que pensar que fueron tratadas más o menos igual). Gillian, eso sí, era la ‘hija favorita’ y quizás por eso fue mejor tratada que Imogen.
Las dos hermanas casi no tuvieron relación con su padre, Hugh Pollock, porque a pesar de lo que Blyton y su marido habían acordado antes de divorciarse (Pollock asumió las culpas de la infidelidad, clave para conseguir el divorcio en los 40 aunque la infiel era Enid, a cambio de garantizarse derechos de visita a sus hijas) la escritora prohibió terminantemente el contacto entre las niñas y su padre.
– Tampoco es que fuese una persona muy maja…
La crítica actual encuentra muchos defectos a sus obras: sus personajes y sus tramas son clasistas, racistas y nada feministas. La igualdad no es algo que encaje mucho con las aventuras de sus personajes, como apunta la crítica moderna. Quizás mirar con ojos actuales a sus novelas (empezó a escribir en los años 30) haga más fácil encontrar esos defectos, aunque también es cierto que otros escritores de ese momento no cayeron en esos mismos fallos. Los malos, por cierto, siempre suelen ser extranjeros. Los de fuera.
– La BBC la consideraba de segunda
La BBC, la sacrosanta radio televisión británica, pasó en su momento de la escritora porque la consideraban, más bien, una escritora mala. Curiosamente, hace unos años le dedicaron un biopic (aunque uno de esos en los que los protagonistas no salen especialmente bien parados).
– Una de sus nietas ha escrito una continuación a una de sus series de libros más populares.
Sophie Smallwood es una de las nietas de la escritora, que hasta hace un par de años no solía comentar su parentesco (debe ser difícil ir diciendo por ahí que eres descendiente de una de las escritoras más prolíficas del siglo XX). Pero en 2009 publicó un libro en el que no le quedó más remedio que comentar su parentesco. Como era el 60 cumpleaños de Noddy, uno de los personajes creados por su abuela, Sophie escribió una continuación. La escritura fue algo ocasional, porque la nieta de Enid Blyton es profesora de guardería.
– Y la segunda esposa de su primer marido fue una escritora igualmente prolífica
Ida Pollock, que se casó con Hugh Pollock después del divorcio de Enid Blyton y el editor, fue una escritora de novelas románticas que firmó muchísimos títulos y que se convirtió en la autora más anciana de novela rosa. A los 103 años publicó un nuevo libro.
– Su rutina de trabajo era tremenda
La escritora escribía 10.000 palabras al día de sus obras de ficción, lo que hacía que, por ejemplo, un libro de Los Cinco se escribiese en una sola semana. Al año escribía unos 23 libros de media. Trabajaba sin planes previos, como explican en la web de la The Enid Blyton Society. Se sentaba a escribir (y escribía en una máquina de escribir que apoyaba sobre las piernas, con solo dos dedos) y los personajes aparecían en su mente y de ahí saltaban al papel. Describía escribir como «ver un cine en mi cabeza».
– Cada año se celebra el día de Enid Blyton
Se celebra en primavera (en algún día de mayo) y se empezó a celebrar en 1995. Se trata de una jornada para conmemorar la obra de la escritora y su influencia en la literatura infantil.