Los libros tienen un componente estacional. En Navidades se venden muchísimos libros y en ciertos momentos del año el calendario marca la llegada de ciertas novedades, porque todos sabemos que es el momento exacto en el que los lectores se lanzarán a comprarlos. Seguramente nadie tenga que pensar mucho para situar los momentos calientes del calendario editorial. Pero ningún país tiene un calendario tan marcado (bueno, quizás algún otro también) como Francia, que vive con pasión lectora lo que se ha bautizado como La Rentrée Littéraire. O lo que viene a ser lo mismo, la vuelta al cole de los editores.
La Rentrée va de mediados de agosto a noviembre y es el momento de más animación cultural, cuando todos los libros de todos los géneros debería salir si quieren realmente vender. Ahora mismo todos los medios de comunicación galos están haciendo cábalas y volviéndose medio locos para encontrar cuál será el título protagonista de la Rentrée (ya sabéis lo que nos gusta a los periodistas hacer de pitonisas) y, lo cierto, tienen mucho donde escoger. Este año, la Rentrée Littéraire supondrá la publicación de 607 títulos. La Rentrée de 2013 tuvo 550 títulos, con unas cuantas novelas protagonizadas por escritores, y las de años anteriores se movieron más o menos por esos registros. En 2012 fueron 646, en 2011 654 y en 2010 superaron los 700 títulos.
La existencia de un período como este no es, como explicaba en un artículo reciente, Le Monde un toque elitista de los intelectuales franceses sino más bien una manera de poner a todo el mundo a jugar con las mismas cartas. Los lanzamientos se acompañan de premios y de barullo literario. «Lo que se juegan los editores, con los premios del otoño, son las ventas estratégicas de fin de año», explica al diario Vincent Montagn, presidente del Syndicat national de l’édition.
Pero aunque la Rentrée de este año tiene más títulos que la del año anterior, las editoriales están menos osadas. Como apuntan en un artículo en Les Echos, entre los 607 títulos del año hay muchos autores conocidos y con peso y muchos menos debutantes. Entre los autores que publican a gran tirada está Amélie Nothomb, cuya editorial lanzará una tirada inicial de 200.000 ejemplares de su última novela, Pétronille.
Otros autores de ventas casi seguras apuestan por la novela histórica. De hecho, el biopic es uno de los grandes protagonistas de la temporada literaria francesa. Frédéric Beigbeder lanza Oona & Salinger, sobre la frustrada historia de amor entre la futura Oona Chaplin y el escritor Salinger (con una tirada de 125.000 ejemplares), y Patrick Deville, el premio Femina de 2012, lo hace con Viva
sobre Trosky en México. Seuil, su editorial, es más discreta y tira a 50.000 ejemplares. También es de tema histórico la última obra del bastante bestseller David Foenkinos (el autor de La delicadeza) que en Charlotte
novela la vida de la artista alemana Charlotte Salomon, muerta en 1943 en Auschwitz, que saldrá con 60.000 ejemplares. Otras novelas históricas de la temporada son Le météorologue
, de Olivier Rolin, sobre un meteorólogo soviético deportado a Siberia en los años 30, o Le manteau de Greta Garbo
, de Nelly Kaprielian.
No todos los autores apuestan por tema histórico. L’amour et les forêts, de Éric Reinhardt, por ejemplo, es sobre una mujer obsesionada con un poeta del siglo XIX.
Foto nora/sskizo