Una de las cuestiones clave en términos literarios del cambio de año es que, con cada año nuevo, entran nuevos escritores en el dominio público. Esos autores (salvo que hagan algún chanchullo legal sus herederos, como ya ha ocurrido en algunos casos) pasan a no ser propiedad de nadie y se pueden editar, traducir o servir como base para obras derivadas por cualquiera que tenga interés en hacerlo.
¿Cuándo entran los escritores en dominio público? En general, el derecho de la propiedad intelectual cubre la vida del autor con 70 años después de la muerte del escritor. Esto hace que, a nivel general, los escritores que entran este año en el dominio público sean aquellos que murieron en 1946. La norma, por supuesto, tiene excepciones. En Estados Unidos una especie de moratoria ha hecho que nadie entre en dominio público en las últimas décadas y en otros países, como pueden ser Canadá, Nueva Zelanda, Bolivia o Uruguay, la protección tras la muerte del autor solo alcanza a los 50 años posteriores. En España, como veremos un poco más adelante, la cuestión es un poco más compleja.
Por tanto, a nivel más o menos global, en el dominio público entran este año H. G. Wells, Gertrude Stein, André Breton o Gerhart Hauptmann (uno de esos escritores que ganaron el Premio Nobel pero que no son muy populares ahora).
En España, existen dos realidades diferentes. Para aquellos escritores que murieron después de 1987 se aplica la norma de derecho de la propiedad intelectual acorde con Europa, lo que hace que estén protegidos los 70 años después de su muerte. Para los que murieron antes, se aplica una ley anterior y el período de protección alcanza a 80 años. Por ello, quienes entran en dominio público son no los fallecidos en 1946 sino los que lo hicieron en 1936.
La lista de este año es bastante amplia, ya que 1936 es el año del comienzo de la Guerra Civil y por tanto tiene un efecto directo sobre lo que ocurrió con los escritores. Como explican desde la Biblioteca Nacional en un comunicado sobre los escritores que este año entran en dominio público, “este año, el número de autores aumenta considerablemente debido a las numerosas muertes violentas que se produjeron durante el primer año de la guerra”. De los nombres más populares que entran este año en dominio público, Federico García Lorca, Miguel de Unamuno, Valle- Inclán, Ramiro de Maeztu o Muñoz Seca, tres murieron de forma violenta durante la guerra.
Aunque esos son los nombres más reconocibles del listado, no son los únicos. En el listado están también “otros que, por diferentes motivos, han caído en un relativo olvido como Ramón Acín, Ciges Aparicio, Cotarelo y Mori, Torres Quevedo, Eugenio Noel y muchos otros”, apuntan desde la BNE. La lista que han creado en la BNE sobre los autores que entran en dominio público durante el período alcanza las 77 páginas y supera los 300 nombres. La Biblioteca sube cada año textos de los autores que entran en dominio público en ese período a su web de forma digital, para que cualquiera pueda leerlos.
La entrada en dominio público de los autores no solo cambia como se distribuyen, también ayuda a aumentar su conocimiento (como demostró un estudio) y los vuelve a poner en circulación. Igualmente, hace que los familiares de los autores no puedan seguir poniendo limitaciones a lo que se hace con la obra. Ocurría por ejemplo con el caso de James Joyce, cuyos descendientes no dejaban publicar más traducciones que las ya existentes, o con, más cercano, Valle-Inclán, cuyos herederos no dejaban representar sus obras traducidas al gallego.