A principios del siglo XIX, Anne Lister escribía un diario. En él hablaba de su vida cotidiana, de sus obligaciones como terrateniente, de sus viajes y sus prácticas de alpinismo y de sus relaciones amorosas con otras mujeres, lo que convierte a esos textos en un interesante y muy importante artefacto histórico. Más o menos de forma contemporánea, Flora Tristán escribía sobre la situación de las mujeres en La emancipación de la mujer y critica la situación en la que se encuentran. Por supuesto, el libro de Tristán es también una lectura muy interesante e igualmente importante en términos históricos.

Los dos libros están en el plan editorial de Ménades, una editorial feminista que quiere lanzarse “para rescatar a las olvidadas, para publicar a las actuales, para debatir desde la trinchera”, como explican en su propia descripción, y que busca financiación en un proyecto en Verkami. Ménades quiere publicar textos de recuperación de la obra producida por las escritoras a lo largo de los siglos, pero también a nuevas autoras y ensayos vinculados a la mujer.

“Hace poco leíamos un hilo en Twitter que explicaba que dos grandes editoriales de este país, que todos conocemos, solo contaban con un 20% de mujeres en su catálogo. Los nombres masculinos han sido siempre mayoritarios y prioritarios, y por desgracia aún lo siguen siendo en premios, antologías, libros de textos, academias… De modo que no es solo necesario cubrir todavía ese hueco en el mercado, sino que resulta obligado”, nos explican por correo electrónico desde la editorial cuando les preguntamos por qué es necesaria una editorial especializada. “Las mujeres llevamos toda nuestra vida leyendo, consultando o estudiando libros sobre hombres escritos por hombres, a medida, sesgo y gusto de los hombres, y adoptando y aceptando su imaginario y sus obsesiones sin que ellos nos hayan devuelto nunca el favor de escucharnos a nosotras”, y añaden, “esto va muy en consonancia con el tópico que siempre hemos escuchado de a las mujeres nadie os entiende… quizá si los hombres hubieran leído a más autoras desde su etapa escolar, no tendrían esta queja”.

En el mercado, ya hay otras propuestas que se han centrado en feminismo o en recuperar a escritoras, como también – especialmente en los últimos años, cuando el mercado lector ha mostrado más y más interés en el tema – han aparecido más colecciones dentro de editoriales más genéricas vinculadas al tema. Le preguntábamos a las responsables de Ménades qué hacía que siguiese existiendo un hueco para este tipo de propuestas editoriales.

“Existen otras editoriales que tienen una línea o sección feminista o de mujeres, como si el feminismo tuviera que interesarnos únicamente a nosotras o fuera un asunto nuestro y no de la sociedad al completo”, señalaban. “Nunca hemos visto una sección de hombres, probablemente porque abarcarían prácticamente todo el catálogo… Es lacerante escuchar el término literatura de mujeres, sobre todo porque esas mujeres son las que han recibido una educación leyendo literatura de hombres, que es la considerada universal y nunca específica”, añadían.

Detrás de la editorial están profesionales de ámbitos muy diversos del mundo de las letras. Una periodista, una filóloga, una ilustradora y diseñadora, una profesional de la industria editorial… «Todas estamos relacionadas con el mundo editorial o literario de un modo u otro», señalan. «Nos gusta definirnos como diferentes piezas de un puzle que ha encajado a la perfección«, explican, añadiendo que la primera vez que se reunieron para hablar de la editorial se entusiasmaron «enseguida».

«Somos conscientes de que es un proyecto arriesgado, incluso calificado por muchas personas como una auténtica locura en estos tiempos, pero también creemos que muy necesario y valioso. Es justo eso lo que nos impulsa», defienden.

Los planes editoriales de Ménades quieren poner los primeros libros en las mesas de novedades a finales del mes de febrero, cuando aparecerán los primeros títulos. «Más adelante queremos seguir sacando títulos, por supuesto, nuestro objetivo es llegar a una media de cuatro al mes«, añaden. «Tal vez parezca demasiado ambicioso, pero llevamos mucho tiempo recopilando y seleccionando a autoras de todas las épocas y nacionalidades, así como de cualquier género (y no solo escritoras de ficción, también filósofas, sufragistas, antropólogas…), que han sido descatalogadas, que nunca han sido traducidas, que no han formado nunca parte del canon o se las ha apartado injustamente», apuntan, recordando que «la lista cada vez es más extensa». Entre los nombres que nos señalan están los de Maryse Condé, Flora Tristán, Anne Lister, Agustina González, Emmeline Pankhurst, Katherine Routledge, Jane Anger, Ángeles Vicente o Josefa Mansanés.

La campaña de crowdfunding ayudará a hacer esta idea posible. Los apoyos arrancan en los 5 euros y aún quedan unos días para poder unirse. «Nuestro presupuesto inicial cubre los gastos para comenzar, pero sin la colaboración de la gente es muy difícil hacerse un hueco en el panorama editorial», señalan, explicando que la campaña les ayudará a sostenerse a largo plazo y que la editorial sea «una realidad durante muchos años». «Nuestro principal deseo es ofrecer un trabajo digno a quienes quieran depositar su confianza en nosotras y, sobre todo, hacerles justicia a tantas escritoras que en vida no la recibieron y a las que luchan por ver publicadas sus obras actualmente», indican.