Yarrov cría sus propios insectos y elabora recetas riquísimas que su vecina Milani degusta con interés, tanto como el que tiene en la cocinera, un interés recíproco, porque Yarrow también se ha enamorado de ella. Milani será el apoyo fundamental de Yarrow, además de su conejillo de Indias para probar sus creaciones. A la que se tendrá que ganar a pulso, con disciplina y saber hacer, es a Chanda Flores, la chef más exigente, una mujer que va abrir el restaurante en el que podrá volcar las tradiciones de los suyos, su pasión por la gastronomía basada en los insectos. ¿Será Yarrow capaz de ganarse su confianza?
La comida también son recuerdos, historias de familia, emociones… Hay sabores que nos traen de vuelta a la infancia, a un momento feliz, a un día especial. Ese poder evocador está muy presente en Yarrow y en Chanda; sus orígenes (los abuelos de Yarrow son japoneses, la madre de Chanda huyó de Camboya…) son fundamentales para entender el significado íntimo de cada creación. Cocinar y comer es algo con un valor esencial en sus vidas.
Distinta Tinta nos trae esta historia ilustrada por la escritora y artista Blue Delliquanti junto con Soleil Ho, escritora especializada en temática culinaria, cultura y viajes. Meal: almuerzo de bichos, además de contarnos la historia de Yarrow, nos acerca la cultura culinaria que hay detrás de la entomofagia, una tradición milenaria que comparten algunos países como Japón o México, entre otros.
Leer este cómic, además de entretenernos con la historia de la apuesta personal de estas dos mujeres, Yarrow y Chanda, amplía nuestra visión de la cultura gastronómica y nos da a conocer otros manjares, que no pretenden ser una prueba para degustadores atrevidos o un espectáculo extravagante, sino todo lo contrario. Meal: almuerzo de bichos deja de lado esa perspectiva exótica que en nuestro imaginario europeo existe sobre la ingesta de saltamontes, larvas, tarántulas y gusanos. ¿Acaso no comemos gambas, anguilas o ancas de rana? ¿Por qué no habrían de estar deliciosos los saltamontes?