En los últimos tiempos, las mesas de novedades de las librerías se han empezado a llenar de libros sobre la historia de las mujeres, especialmente de álbumes ilustrados que se centran en mujeres destacadas a lo largo de la historia y que recuperan su biografía (destinados muchas veces a llegar a los niños). Una de las últimas incorporaciones a esta lista de novedades ha sido Mujeres radicales del mundo, con textos de Kate Schatz e ilustraciones de Miriam Klein Stahl y que acaba de publicar en España Capitán Swing. Y esta incorporación ha llamado nuestra atención por unas cuantas razones.

Es un libro bastante para todos los públicos

No tengo nada claro si el libro forma parte de una línea para niños o no. En realidad, el álbum ilustrado es más bien algo para todos los públicos. Si se es adulto, es una lectura interesante y agradable, que da pinceladas de mujeres de la historia de todo el mundo. Pero estoy convencida de que si no se es adulto, el libro también resulta interesante (quizás incluso más interesante)

Pero no es necesariamente cuqui

Entre las muchas novedades que han llegado al mercado de libros ilustrados sobre mujeres de la historia, al menos entre los dedicados a los niños, sí hay una cierta tendencia al cuquismo. Las mujeres protagonistas aparecen en colores pastel e imágenes suaves. Puedo entender por qué lo hacen y qué buscan con ello (asumo que para el público receptor de esos libros esas imágenes son las que mejor funcionan), pero como adulta aprecio ver alternativas. Las ilustraciones de Mujeres radicales juegan con el blanco y negro.

Sí, está Marie Curie, pero no solo las ‘sospechosas habituales’

Marie Curie ganó dos premios Nobel y es uno de los grandes nombres (mujer u hombre) de la historia de la ciencia. Pero a veces resulta un tanto saturante que todos estos listados de mujeres destacadas de la historia hablen de ella. Digamos que hay una lista de mujeres de la historia y que esa lista se repite una y otra vez, cuando hay muchos más nombres fuera de las habituales que también merecen ser rescatados y que también deberían aparecer en estos libros de divulgación. Y eso es el gran punto a favor de Mujeres radicales. Está Marie Curie y está Frida Kahlo (otra habitual de estos listados históricos). Y también está Malala (otra habitual cuando el listado no se centra en mujeres históricas).

Pero al mismo tiempo aparecen muchas otras mujeres que no suelen colarse en los listados mainstream y que tienen vidas interesantes y que merecen ser recuperadas, como la filipina Fe del Mundo, la primera mujer en ser aceptada en la Universidad de Harvard para estudiar Medicina en 1936 (los funcionarios no pensaron que Fe pudiese ser el nombre de una mujer y la matricularon). La lista recorre además todos los continentes, lo que hace que no sea demasiado centrada en las mujeres del universo anglosajón (que es otro de los problemas que muchas veces se ve en las listas de mujeres en la historia).