El feminismo está de moda. De unos años a esta parte las actrices se enorgullecen al declararse feministas, los medios tratan cada vez más la discriminación de las mujeres en diferentes ámbitos y en los muros de Facebook se comparten, como nunca antes, textos reivindicativos de la igualdad entre sexos. Una siempre teme que estas cosas de justicia social decaigan un poco cuando pase la moda, pero sin duda es una muy buena noticia que el tema esté en el candelero, que consiga el mayor alcance posible y que penetre bien la idea de que machismo y feminismo no son términos antónimos, y que el segundo sigue siendo muy necesario.
En este contexto, es muy probable que hayáis oído hablar del término mansplaining, declarado palabra del año por The New York Times en 2010, pero que no aterrizó por aquí hasta hace un par de años. El concepto causó furor por lo visual (se forma con man -hombre- y explaining -explicando-), y porque daba nombre a algo que toda mujer ha experimentado alguna vez, algo que hasta ahora teníamos que definir como «condescendencia», pero que en realidad implicaba algo más que eso: la asunción por parte de algunos hombres de que, como mujer, debías saber menos de un determinado tema (aunque fueras una experta en la materia) y de que, en definitiva, su palabra valía más que la tuya.
‘Los hombres me explican cosas’ es el ensayo que, según muchos, está detrás de la creación del neologismo, aunque su autora, Rebecca Solnit, sostiene que en todo caso lo inspiró, o lo popularizó, pero que no fue ella la primera en utilizarlo. El artículo surge de una experiencia personal (en la que un hombre le explicó cosas sobre un libro que ella misma había escrito), pero va más allá de la anécdota risible, tejiendo un hilo entre la limitación del espacio para hablar, como en este caso, y otras formas de expresar la opresión, como los discursos políticamente incorrectos o los actos de intimidación física.
Es un ensayo tan apasionante como inquietante, pero con el que una se queda con ganas de más. Funciona como una especie de introducción al tema del silenciamiento de la mujer, y como es el primer ensayo de la recopilación del mismo título, ‘Los hombres me explican cosas‘, publicada por Capitan Swing, supuse que en el resto de capítulos se indagaría en las razones y las implicaciones de dicho silenciamiento. Así que me sentí un poco decepcionada cuando descubrí que no era así.
Y es que el libro recopila diversos ensayos de la autora, publicados en diversos medios, por lo que pone sobre la mesa multitud de temas estrechamente relacionados, pero sin espacio para abordarlos de forma extensiva. Son artículos interesantes, clarificadores, amenos, mordaces, repletos de ejemplos concretos (como el de Coleem Rowley, la agente del FBI que lanzó los primeros avisos sobre Al Qaeda y la tildaron de exagerada, o el de Nafissatou Diallo, calumniada por la prensa tras acusar a Dominique Strauss-Kahn, presidente del FMI, de agresión sexual). Son artículos, por lástima, que hacen mucha falta, en los que aborda la violencia contra las mujeres (y, en muchos casos, la poca atención que se le presta), la puesta en duda de las mujeres que lo denuncian (y en general, la poca credibilidad que se le da a la mujer), qué significa la igualdad en el matrimonio, el feminicidio o la revolución de los nuevos feminismos. Pero aunque todos ilustran diferentes manifestaciones de la desigualdad, son solo artículos, y cada uno de ellos daría para un libro entero.
Me lo acabo de leer y la verdad es que está bastante bien. Te hace plantearte muchas cosas.