Los álbumes ilustrados pueden tratar temas difíciles, como este que nos ocupa, con gran belleza. ‘Soy la Muerte’ no es un álbum oscuro, macabro o triste. Está lleno de luz y color. Y, cómo no, de vida. Porque para explicar la muerte necesitamos la otra cara de la moneda.
Una mujer joven recorre paisajes en los que visita animales grandes y pequeños, ancianas, pueblos enteros, niños, bebés… Es duro, pero necesario e inevitable. Forma parte de la vida.
En las ilustraciones a doble página, Marine Schneider recurre a la luz, al fondo blanco y a los colores vivos, alejándose así de los tópicos estéticos que tradicionalmente asociamos a la muerte. Rojos muy intensos en flores, casas y diferentes objetos; amarillos cálidos, verdes, azules… Los recursos de la ilustración suavizan la dureza de un texto poético que no deja de lanzar preguntas al lector.
«Si yo lo dejo,
¿quién hará hueco
para todo lo que
crece y echa raíces?»
‘Soy la Muerte’ también nos habla del amor como elemento transformador, como salvación, como esperanza y certeza más allá de la muerte. El texto de Elisabeth Helland Larsen, a pesar de su sencillez, aborda desde las cuestiones más elevadas a las más prosaicas, pero siempre en ese tono poético que permite una lectura a diferentes niveles para niños y adultos. Barbara Fiore ha publicado también ‘Soy la Vida’, obra de las mismas autoras.
Un álbum que nos invita a reflexionar y a enfrentarnos a una cuestión profunda y difícil con belleza y sencillez.