De repente, la música hace que las hojas de los árboles y las palomas alcen el vuelo y me lleven volando sobre la ciudad que sueño. Después, aunque despierte, quedará en mí una certeza: todos los cuentos caben en Venecia.
Amanece en Venecia. Cuaderno y lápiz en mano, David Pintor se dispone a recorrer las calles de la ciudad montado en su bicicleta. Los edificios que aparecen en todas las postales, las plazas donde los turistas buscan la mejor perspectiva para la foto, pero también los rincones que pasan desapercibidos. Todos estos espacios merecen la atención del artista.
Venecia es luz y color y en este paseo ambos están muy presentes. Puentes, plazas, cafés… Un paseo que cuenta con la compañía de las palomas y los gatos, atentos a cada trazo del ilustrador. ¿Qué mejor perspectiva se puede conseguir que sobrevolando la ciudad llevado en volandas por las palomas? ¡Qué privilegio surcar los canales en bicicleta mientras se toca el violín! Venecia, desde todos los ángulos, en todo su esplendor.
‘Venezia 
Con este libro de artista, redescubrimos Venecia, pero para ello no solo basta abrir bien los ojos a la luz, el color y la riqueza de una arquitectura que abruma, sino estar dispuestos a viajar con la imaginación y dejarnos llevar por el poder de seducción de una ciudad que tiene mucho que ofrecer. Quizá hay que ejercitar una mirada diferente, alejada del tópico y de la foto fija, para, por un momento, observar con calma cómo la luz va desapareciendo y la ciudad nos muestra, en la intimidad de la penumbra, todo su encanto.
