Llegamos contrarreloj, un poco como ese tipo de clientes que el personal de las tiendas odia porque entra en el último minuto para comprar alguna cosa, pero es lo que ocurre cuando estás en una ciudad como turista y acabas perdiendo más tiempo viendo cosas de las que pensabas que ibas a destinar a cada parada. En diciembre, me fui como turista a Londres y con una lista de paradas literarias que quería hacer, se podría decir que sí o sí. Una de esas paradas literarias era The Second Shelf, una pequeña librería sobre la que había leído en medios y a la que sigo en Twitter.

The Second Shelf es una librería especializada en libros raros, manuscritos, primeras ediciones y joyas del libro de viejo, pero centrándose en las escritoras. En sus estanterías se pueden encontrar libros de todo tipo, género, fecha de publicación y trayectoria editorial, pero todos fueron escritos por mujeres.

La fundadora, AN Denvers, era una periodista especializada en arte que se había convertido en coleccionista de libros. Como tal empezó a darse cuenta de cómo se vendía de un modo diferente a las escritoras que a los escritores: la brecha de género y la percepción del valor literario cambiante según quien firma también se podía encontrar en el mundo del libro de coleccionista y raro (ella misma cuenta esta historia en una columna en The Guardian).

Todo ello no es solo un dato curioso o un elemento más para analizar en la complicada relación entre género (de quien firma) y literatura, sino también algo que ha tenido un impacto en cómo se conserva la historia literaria, qué autores se olvidan y cuáles no y hasta qué consideramos parte del canon, como apuntaba en su análisis la propia Denvers.

Su librería tiene, por tanto, mucho de espacio de compra de libros pero también mucho de proyecto de recuperación de la historia –olvidada en tantas ocasiones– de las mujeres en la literatura.

The Second Shelf está muy cerca de Picadilly Circus, la luminosa y ruidosa plaza del centro de Londres, pero resguardada en un patio interior. Cuando la visité, un letrero avisaba en la calle de dónde había que entrar para llegar a la librería, que tiene desde fuera ese aspecto de librería que parece casi sacada de una novela y que tiene desde dentro el de un paraíso de los libros. La librería ocupa un pequeño espacio, pero eso no ha limitado su oferta. Tienen muchos libros (insisto, un espacio a modo de paraíso de libros) y muchos géneros.

Una de sus libreras nos empezó a señalar los diferentes géneros y dónde encontrarlos y creo que me emocionó más que nada descubrir que en su aproximación a la literatura y a la historia de las escritoras no se habían quedado en esa visión un tanto snob que por desgracia no es tan difícil de encontrar en el mundo del libro. Su acercamiento librero toca muchos palos y a autoras de muchos géneros.

– Aquí tenemos algunos libros de romántica – me indicaba en la enumeración de géneros, a lo que paré y pregunté. ¿Tendrían quizás algo de Georgette Heyer? – No, nada. Hemos vendido todo lo que nos quedaba. Llegaron unos estudiantes estadounidenses y se llevaron los títulos que quedaban. Estaban buscando libros sexies para su madre.

Además de lo que el mundillo editorial llama ficción literaria, tenían libros de moda, literatura infantil, cartas, novela gráfica… Y hasta cuentan con una librería acristalada en la que hay libros de «victorianas oscuras» (entendamos por oscuras olvidadas y no que escribiesen novelas inquietantes).

Lo que no tienen mucho son libros nuevos, aunque sí se pueden comprar algunas novedades editoriales (lógico: no son una librería de novedades). En la librería acogen presentaciones y actos literarios y venden los libros que los han protagonizado. Resulta increíble que logren organizar eventos literarios en un espacio tan reducido, pero las libreras que estaban presentes cuando la visité me aseguraron que lo hacían sin problema. Solo tenían que mover un par de cosas.

Lo emocionante de visitar The Second Shelf no solo fue el encontrarse con un espacio destinado a visibilizar la historia literaria de las mujeres, sino también interactuar con su personal. La librera con la que hablamos trasmitía la pasión por los libros que vendía.

The Second Shelf está en 14 Smith’s Ct, Soho, en Londres y también en la red. Tienen además de su web perfil en varias redes sociales y publican una revista propia que funciona como catálogo de libros y como vía para descubrir escritoras, ilustradoras y otras mujeres de la historia del libro.