El IVA que tienen que afrontar los libros electrónicos ha sido uno de los regulares culebrones del mercado de los libros. Todo el drama del IVA se remonta años atrás. Cuando los ebooks aparecieron en el mercado fueron considerados un elemento tecnológico y por tanto sujetos a las mismas cargas fiscales que podría tener un ordenador o una app. En lugar de tener el IVA reducido que se aplica a los libros tradicionales, los electrónicos cargaban con el tramo más elevado. Esta realidad venía marcada por la normativa europea, lo que hacía que cambiar la situación se convirtiese en algo complicado. Francia y Luxemburgo habían reducido el impuesto (contra las leyes europeas) y habían creado no solo un mercado con doble rasero sino también el principio de una investigación europea.
Esto ocurrió hace ya unos años. Desde entonces en ya varias ocasiones ha parecido que el IVA reducido para los ebooks estaba a la vuelta de la esquina (aunque al final no lo ha sido tanto). Una sentencia en 2014 señalaba que el IVA de los libros electrónicos no podía ser el mismo que el de los dispositivos (y sí que el de los libros de papel) y en 2016 una medida para incentivar el comercio electrónico de la Comisión anunciaba la eliminación de las barreras legales para reducir el IVA de los ebooks.
Pero en 2017 un estudio de la OCU señalaba que el impuesto seguía siendo diferente y los libros electrónicos continuaban siendo más caros. «Aunque el Ministro de Economía anunció que se llevaría a cabo dicha rebaja, la verdad es que para que la propuesta de la CE salga adelante, tendrá que contar con la aprobación del Consejo de Asuntos Económicos y Financieros, lo que podría demorar la equiparación hasta mediados o finales de 2017. Así que toca esperar», explicaban en las conclusiones. Como apuntaban este verano en El País, el cambio seguía bloqueado todavía entonces porque las votaciones en el Ecofin (el Consejo de Asuntos Económicos y Financieros) habían registrado el voto en contra de la República Checa.
Pero el momento de la verdad podría – por fin – haber llegado. El Ecofin acaba de ponerse de acuerdo y ha aprobado un acuerdo que permitirá que se aplique el IVA reducido a los libros electrónicos e incluso el eliminar el IVA en aquellos países en los que los libros impresos no llevan ese impuesto. El cambio normativo también tiene en cuenta a los nuevos formatos: con los ebooks también han incluido a los audiolibros. El acuerdo no obligará a los estados miembros de la Unión Europea a hacerlo. Esto es, permitirá que se aplique el IVA reducido en los ebooks y audiobooks, pero no lo convertirá en una obligación para los países miembros.