Los libros electrónicos son, de entrada, más baratos que los libros de papel y por ello han conseguido que la gente lea más (y compre por tanto más libros). Esa es la conclusión principal de un estudio sobre hábitos de lectura británico realizado por Mitel. El 26% de los lectores que se han comprado un ereader aseguran que tras la compra leen más y la cifra aumenta si lo que se tiene en cuenta es la franja de lectores más jóvenes (los llamados millennial). Los lectores entre 16 y 24 años que leen en ebook aseguran, en un 38% de los casos, que han aumentado el número de lecturas realizadas.
El precio es el que determina la situación, más que el gusto que los lectores puedan o no puedan tener por el soporte. De hecho, el 31% de los compradores de ebooks aseguran que prefieren ampliamente los libros en papel, pero que compran libros electrónicos porque su precio es inferior. En general, los compradores de libros creen que son un producto caro. Según el estudio de Mitel, el 23% consudera que los libros en papel cuestan demasiado (un 16% lo piensa también sobre los libros electrónicos).
De hecho, los lectores no han abandonado ninguno de los formatos y en su decisión final de compra lo que importa es el precio. El 36% de los británicos sigue comprando libros en papel y en formato electrónico. Antes de comprar uno u otro, el 42% mira el coste y se queda con la versión más económica del mismo título.
Quizás este interés es el que hace que las previsiones para el cierre del año sean bastante optimistas. Las editoriales británicas verán como las ventas de ebooks suben en un 12% en 2014: cerrarán el año con una facturación de 340 millones de libras esterlinas frente a los 300 millones de 2013 (443 millones de euros y 380 millones, respectivamente).