ereader

¿Quién lee en formato ebook? Esa es una de las grandes preguntas que dan para un montón de estudios y un montón de teorías sobre el comportamiento lector. El último de los estudios lo ha realizado Energy Sistem al calor del fin de la campaña de Navidad (sí, vale, hace ya 13 días que dimos los regalos de Reyes, pero la Navidad aún sigue generando información), cuando ha analizado quién compra ereaders (ellos son fabricantes de estos dispositivos, además de tabletas) y por qué.

Lo primero es que los ereaders han vuelto: si en los últimos años parecía que la gente pasaba de comprarse ereaders para leer mejor en tabletas (y la experiencia no es en absoluto la misma), este año la compra de ereaders ha subido. Según los datos que maneja Energy Sistems, estas Navidades se ha registrado «un incremento superior al 23% en la venta de estos dispositivos», es decir, se han vendido más ereaders que el año pasado y se puede concluir que los consumidores empiezan a ver ventajas en leer en ellos frente al leer en tabletas.

Lo segundo es quién lee en ellos y por qué lo hace. Según los datos de Energy Sistems, 4 de cada 10 españoles, lo que supone más del 39,2% de los encuestados, «afirman disponer de uno de estos dispositivos». Podéis hacer la cuenta entre vuestros amigos. ¿Son 4 de cada 10 los que tienen un terminal de estos? Lo curioso no es solo este número (que en la redacción ha sorprendido un poco por elevado) sino también quién lee en ebook. Según el estudio, el público mayoritario que emplea estos terminales son hombres y mujeres de más de 37 años. Este es el mercado en el que hay pico del dispositivo, seguido por los lectores de menos de 30, que están empezando a valorar el ereader.

¿Y por qué se lee en ebook? Posiblemente quienes lo hagáis hayáis contestado en la mente a esta pregunta señalando que es mucho más ligero: el peso de un ereader es inferior al de algunos libros. Lo mismo dice el estudio. Los consumidores valoran la «extrema ligereza» (tanto frente al libro de siempre como a otros dispositivos electrónicos) y el hecho de que pueden acumular muchos libros en un único terminal. A eso se suma la tinta electrónica, que hace que leer sea más cómodo que hacerlo en un tablet (y hace que se parezca, a nivel visual, a leer en un libro de papel).

A esto se suma el factor económico: a partir de 60 euros ya es posible hacerse con un ereader y eso ha llevado a los lectores a hacerse con uno de estos terminales.

Foto Energy Sistem