El confinamiento para luchar contra el coronavirus nos ha dejado a todos en casa y eso ha hecho que nuestro consumo de libros se centre en los que ya tenemos pendientes en nuestra pila de libros por leer y a aquellos que podemos comprar en formato electrónico. Para las librerías, esto supone una situación muy complicada porque, como ocurre con otros sectores, no están pudiendo facturar. Por ello, no pocas lectoras hemos hecho ya planes para acercarnos a nuestra librería más cercana en cuanto termine el confinamiento anti covid-19. Y por ello también las editoriales independientes se han lanzado a una campaña de apoyo a las librerías.
La idea ha arrancado de Nórdica Libros, que ha publicado en Instagram su propuesta. Como señalan en una de sus últimas publicaciones, «echamos mucho de menos a las librerías y queremos que vuelvan todas y cada una de ellas».
Han decidido que de todas las compras de ebooks y objetos literarios que se hagan en su web se genere un impacto positivo para una librería. Quien compra solo tiene que decirles qué librería hubiese sido en la que hubiesen comprado de estar abiertas y la editorial se encarga de reservar un 35% (el porcentaje que se hubiese llevado la librería de poder venderlo) para entregárselo. Los ebooks te los puedes descargar en tiempo real y empezar a leerlos ya mismo y los objetos literarios te llegarán a casa en cuanto se termine el confinamiento.
Nórdica ha marcado la senda y otras editoriales independientes se han unido. La Editorial Dos Bigores publicaba en su perfil de Instagram que se sumaban a la idea y que ellos también reservarán un 35% de los libros vendidos para la librería que el lector indique (los libros los mandarán después del fin de la cuarentena y lo harán con una bolsa de tela literaria por ello). También han anunciado que harían el mismo proceso desde la Editorial Barrett, que lo publicó en redes sociales, o Bunker Books y Distrito 93, que nos avisaron en una nota a medios.
El editor de Nórdica, Diego Moreno, le explicaba a ABC que el gesto «no va a ser gran cosa económicamente, pero sí es bonito». Es decir, entendemos, no va a solucionar por completo los problemas económicos de las librerías, pero sí ayudará a visibilizarlos y ayudarlos de algún modo. «Es el momento de que alimentemos y cuidemos la cadena. Si a esta iniciativa se suman otras, genial», le explicaba al diario.
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