Todas las cosas buenas tienen un final y quienes somos fans de la lectura bien lo sabemos. En algún momento, esa novela maravillosa llegará a su punto final y tendremos que pasar a otra cosa, por mucho que nos cueste e incluso algunas veces nos duela. ¡No queremos dejar de leer!

Un poco eso es lo que nos ha pasado con Librópatas. Cuando confundamos Librópatas hace ya casi 10 años, lo hicimos con mucha ilusión y por, básicamente, nuestro amor a los libros. Quizás en el primer momento pensamos que con esto nos podríamos hacer ricas o incluso sobrevivir mes a mes. La realidad es que nunca logramos ni una cosa ni otra, pero seguimos escribiendo porque Librópatas nos hacía felices y porque siempre había libros maravillosos e historias literarias sorprendentes que podríamos contaros.

Pero esas lecturas, investigaciones y redacción son horas de trabajo, que en los últimos años nos ha costado mantener en medio de nuestra otra vida laboral (la que sí nos da de comer, por así decirlo). Como bien sabéis quienes lleváis leyéndonos años, Librópatas ha ido bajando el ritmo de actualizaciones en estos últimos años.

Ahora, que se acerca el verano y empiezan las vacaciones, nos planteábamos cómo y cuándo pausar por un cierre vacacional. Esto nos ha llevado a reflexionar que, quizás, este es el momento perfecto para poner nuestro punto final (o nuestro punto y aparte). Librópatas nos ha hecho inmensamente felices estos últimos años, pero quizás nos ha llegado el momento de pasar a otra cosa por mucho que todavía tengamos muchas historias que os podríamos contar.

Por ahora, podréis todavía seguir accediendo a los contenidos que han sido publicados a lo largo de los últimos años. Al equipo fundador de Librópatas todavía podéis encontrarlo en otros medios. Y, quién sabe, quizás Librópatas sea como una de esas novelas que se dice que no tendrán jamás una continuación y aparece la segunda parte 10 años más tarde.

Un abrazo y gracias por estos geniales años,

El equipo de Librópatas