cena fitzgerald

 

¿Son dos sirenas lo que flanquea la mesa? ¿Hay un hombre que es una nube? ¿Y otro que lleva un sombrero de papel? Es difícil ver lo que es cada cosa en este dibujo que tiene un cierto aire entrañable, a menos a primera vista. Lo que sí sabemos de un primer golpe es que lo dibujó Francis Scott Fitzgerald allá por 1928 y que lo que representa es una cena con nada más y nada menos que James Joyce.

Fitzgerald conoció a Joyce en París en los años 20, como recoge OpenCulture (de donde viene el dibujo). El escritor estadounidense admiraba al irlandés, aunque no se sentía capaz de acercársele. Por ello, la dueña de Shakespeare&Co (la Shakespeare&Co de entonces),  Sylvia Beach, organizó una cena a la que invitaron tanto a los Joyce como a los Fitzgerald. Tras la cena, Fitzgerald dibujó una dedicatoria a Beach en su ejemplar de El gran Gatsby. La nube es en realidad Joyce (y no es una nube, sino un halo de santo) y la figura que aparece a su lado es el propio Fitzgerald postrado ante el escritor irlandés.

La cena no solo dejó este dibujo sino también unas cuantas anécdotas. Francis Scott Fitzgerald se postró (con una rodilla en el suelo, a lo proposición de boda en peli romanticona estadounidense) delante de Joyce y le preguntó como se sentía siendo un genio. «Es tan emocionante verlo, señor, que podría llorar», añadió. James Joyce no estaba tan emocionado, más bien estaba sorprendido. Después de conocer al escritor estadounidense, estaba convencido de que había encontrado a un loco.