En 1798 Inés Joyes publicó la primera traducción al castellano de Rasselas, Príncipe de Abisinia, una de las obras más populares de Samuel Johnson. Acompañando a la traducción iba un texto propio, firmado por la propia Inés Joyes y titulado Apología de las mujeres. La traducción pasó bastante desapercibida y el texto que escribía Inés también.
El texto, una defensa encendida de la mujer y sus derechos, quedó traspapelado en medio del caudal de textos literarios de la época y la figura de su autora completamente olvidada y confundida. De hecho, quienes se aventuraban al siglo XVIII y a sus obras no tenían muy claro quién exactamente era esa Inés Joyes que firmaba el texto y hay quienes la confundían con su hija.
Se podría decir que Inés Joyes no es la única autora que ha corrido esa suerte. Incluso la muy popular en su momento Mary Wollstonecraft quedó olvidada hasta ser recuperada en los 70 por las historiadoras (su vida era considerada escandalosa y la biografía que publicó su viudo, William Godwin, tras su muerte no hizo más que sellar su fama como persona ‘no recomendable’). A otras autoras del XVIII se las domesticó en los años posteriores y se las hizo pasar por algo mucho menos revolucionario y avanzado de lo que en realidad fueron. Joyes no hizo más que correr al final la suerte de sus tiempos.
Pero ¿quién era exactamente esta mujer y por qué escribió un texto revolucionario sobre los derechos de la mujer? Para descubrirlo no hay más que leer La vida y la escritura en el siglo XVIII, que publicado por la Universidad de Valencia sirve como guía para adentrarse en lo poco que se sabe en concreto sobre Inés Joyes y también permite realizar un primer contacto con las mujeres escritoras de la España del Siglo de las Luces. Su autora, Mónica Bolufer Peruga, ha hecho un minucioso trabajo detectivesco (y cuando se lee el ensayo se puede percibir la magnitud de lo minucioso y el trabajo de minería de datos que ha tenido que hacer: lo que se sabía de Joyes era prácticamente nada) para recuperar la biografía de esta escritora y crear así una llave para adentrarse en algo fascinante, una de esas historias que harán que la wishlist de ensayos que se quieren leer crezca de forma exponencial.
Lo primero que Bolufer Peruga ha hecho ha sido el fijar realmente quién era Inés Joyes y eliminar todos los problemas de ‘maternidad’ del texto. Quién escribió Apología de las mujeres y quien tradujo el Rasselas fue Inés Joyes, nacida en Madrid en 1731, y no ninguna de las otras mujeres de su familia que se llamaban igual o muy parecido. Lo segundo ha sido construir una biografía de una mujer de la que no ha quedado prácticamente nada y sobre la que lo poco que se puede saber se tiene que descubrir echando mano a los testamentos, partidas de nacimiento y defunción y demás textos legales.
Inés Joyes era la hija de unos irlandeses emigrados y tanto por su madre como por su padre descendía de las familias que el siglo XVII tuvieron que dejar Irlanda y exiliarse al continente. Muchos de esos irlandeses exiliados se asentaron en España, donde les dieron derechos y donde podían establecer negocios, que es lo que hicieron los familiares de Inés. La comunidad era aun así bastante cerrada y solían casarse con descendientes de otras familias irlandesas, que es lo que acabaría haciendo Inés Joyes en 1752 al casarse con Agustín Blake.
Del matrimonio nacerían nueve hijos a lo largo de 20 años en las dos localidades en las que vivirá la pareja, Málaga y Vélez-Málaga. En 1782 murió su marido y ella viviría hasta 1808 en Málaga y, según su partida de defunción en el libro parroquial, lo hizo de vejez. Había tenido una vida bastante larga y una en la que, como especula Bolufer Peruga los libros tuvieron una parte muy importante (es más que probable imaginar que Inés Joyes fue una lectora intensa, aunque no se cuente con un listado con los contenidos de su biblioteca). En algún momento, cuando ya andaba en los 60 años, Inés Joyes se sentó a escribir una reflexión sobre los derechos de la mujer en la que, sin duda, sus vivencias y sus lecturas tuvieron mucho que decir.