
La próxima semana se va a estrenar en España la adaptación que la BBC ha hecho de A la caza del amor, la novela de Nancy Mitford. La verdad es que estoy esperando pacientemente. Las novelas de Nancy Mitford siempre me parecieron muy cinematográficas y me sorprendía que no las hubiesen convertido en unas cuantas miniseries. Y, al final, no hay nada más clásico en el mundo de los libros que que la BBC convierta en una miniserie muy cuidada alguna novela británica.
BBC+ novela clásica+ serie de época son casi como un combo inevitable, que esperas como un clásico del año incuestionable. Sabes que llegará, como llega el Carnaval o como llega la Navidad. Sin embargo, y por mucho que serie de la BBC se conecte a lo literario, cada vez hay más series literarias y que llegan desde muchos más espacios que la BBC.
Cuando hace unos años Antena 3 convirtió en serie El tiempo entre costuras, la novela de María Dueñas, parecía una novedad, porque no era tan normal que las televisiones en España adaptasen novelas contemporáneas. Ahora, las series basadas en libros son bastante habituales entre los servicios que ofrecen contenidos en España. Sin esforzarse mucho es posible ya identificar un par entre los últimos estrenos de las plataformas, como es el caso de La templanza en Amazon Prime o La cocinera de Castamar en Atresmedia y Netflix.
Es un ejemplo en lo cercano, pero lo cierto es que la tendencia es general. Si hace unos años – y no tantos – los fans de algunas novelas fantaseaban con que alguien las llevase a la pantalla, ahora eso no parece tan rebuscado. Las adaptaciones están a la orden del día. Las plataformas de streaming necesitan contenidos y buenas ideas. Las novelas se han convertido en una fuente que parece casi inagotable de ellas.
Como explican en un análisis que The Atlantic acaba de dedicar a la tendencia, ahora mismo ya se adaptan más novelas a la televisión (series y miniseries) que las que se adaptan al cine. Es un cambio que se ha ido produciendo hace nada, porque lo habitual era que las novelas se llevasen al cine y pocas fuesen convertidas en series.
Sin embargo, ahora mismo, los creadores de contenidos audiovisuales están ultra activos buscando la próxima novela que podrán adaptar. En el mercado estadounidense, ya empieza a ser habitual que cuando los agentes están negociando a quién vender la novela lo estén también con a quién vender los derechos para adaptarla como serie.
La idea no es exactamente nueva (las adaptaciones de las novelas de éxito son tan antiguas como las propias novelas de éxito), pero ahora lo que ha cambiado es la escala.
Para las propias novelas y el mundillo literario, el modelo también aporta ciertos beneficios. Curiosamente, como ha descubierto el medio estadounidense, las adaptaciones están generando un cierto prestigio a las novelas, que han ganado en referencias en artículos académicos. Pero, sobre todo, el cambio se nota en lo tangible. Las ventas de las novelas suben y lo hace también el interés de los lectores, como demuestran los comentarios en GoodReads.