Mujer leyendo

No es que para leer hagan falta razones (no para los librópatas en todo caso, a nosotros nos castigaban SIN leer) pero tampoco está de más recordar que los libros son el mejor gimnasio de la mente.

Desde que se empezó a correr la voz de que el ejercicio mental reducía el riesgo de enfermedades neurodegenerativas la gente se ha lanzado a hacer sudokus, comprar el Brain Training para la consola o incluso meterse en clases de idiomas, lo cual está muy bien, pero no es estrictamente necesario. Un nuevo estudio publicado en Neurology sugiere que basta con leer y/o escribir para preservar la agilidad mental.

Así, leer libros (tanto de niños, en la edad adulta o en la tercera edad) ralentizaría el declive cognitivo propio de los ancianos, incluso en los casos de presentarse enfermedades neurodegenerativas. El estudio examinó los hábitos de lectura y escritura de  294 personas mayores a lo largo de su vida, a la vez que los sometían a test de memoria anuales. Se encontró una correlación entre los niveles de lectura y escritura con una pérdida de memoria, y otras capacidades cognitivas, más lenta. Además, tras la muerte de los participantes (cuya edad de muerte media fue 89 años) se analizó su cerebro en busca de lesiones cerebrales y otras anormalidades habituales en los ancianos. Ahí se encontró la misma correlación.

Así que de la misma manera que uno va al gimnasio cuando su cuerpo comienza a perder agilidad, podemos abrir un libro para mantener la mente en forma. Como el gimnasio, algunos lo disfrutarán y otros no, pero a todos les servirá.

Foto | Alexandre Dulaunoy