No es nada nuevo hablar de la querencia de algunos escritores por un nombre de pluma diferente al que sus padres no escogieron para ellos. En el pasado, muchas mujeres escritoras se veían obligadas a adoptar un nombre masculino para conseguir publicar y que se las tomase en serio. También nos encontramos con el caso contrario, el de hombres que decidieron esconder su género bajo un nombre femenino en el caso de publicar obras de tipo romántico, para lectores más jóvenes o por cualquier otro motivo.

En cambio, también sucede que escritores ya consagrados y que venden fácilmente deciden publicar nuevas obras tras otro nombre de pluma. Uno de los motivos es porque deciden probar suerte con un estilo o género literario totalmente nuevo para ver si funciona. O tal vez porque pretenden demostrar, sobre todo a sí mismos, que son capaces de mantenerse en los primeros puestos de ventas por la calidad de sus obras más que por la garantía de su nombre.

A continuación un total de seis autores, aunque no son los únicos, que utilizan un segundo nombre, o a veces, más para continuar publicando.

1. J.K. Rowling. La autora de la saga de Harry Potter firmó como Robert Galbraith al publicar El canto del cuco, una obra de género policíaco dirigida a un público más adulto y de gustos diferentes al que acostumbra seguir las aventuras de un adolescente y sus amigos en una escuela de magia. Este libro consiguió muy buenas ventas desde el principio y se llegó a afirmar que el autor era un novel talentoso.

2. El indiscutible rey del terror Stephen King probó suerte en dos ocasiones para autoconvencerse de sus habilidades literarias. La primera de ellas fue cuando publicó varios libros, entre ellos Posesión y Furia, con el nombre de Richard Bachman y más adelante publicó el cuento El quinto fragmento como John Swithen en la revista para adultos Cavalier. En su momento, se dijo que este seudónimo era el del escritor Richard Bachman pero luego se supo la verdad. Lo que sí es cierto es que las ventas de estas nuevas obras se dispararon cuando se desveló el nombre real del autor.

3. Joan Oliver fue un literato muy conocido y valorado en literatura catalana que firmaba con su nombre real las obras en prosa (relato, novela, teatro, periodismo y traducciones) y en poesía, en cambio, se daba a conocer como Pere Quart.

4. La estadounidense Anne Rice autora de Crónicas vampíricas y Entrevista con el vampiro se llamaba Howard Allen O’Brien, pero se cambio el nombre a Anne y cuando se casó tomó el apellido Rice de su marido. Utilizó como seudónimos literarios Anne Rampling, nombre con el cual firmó Hacia el Edén y Belinda, y como A. N. Roquelaure publicó una trilogía de tono erótico sobre la Bella Durmiente.

5. La autora de la aclamada Mujercitas -cuyas versiones de la gran o pequeña pantalla suelen pasar por Navidades- Louise May Alcott firmaba como A. M. Barnard novelas rosas que también se vendieron muy bien en su momento y que no se han llegado a publicar en nuestra lengua.

6. La dama del misterio Agatha Christie firmó como Mary Westmacott hasta seis novelas de corte romántico como Un amor sin nombre que se publicó el mismo año que publicó la primera novela protagonizada por Miss Marple.