¿Está entre los planes para el arranque del año el sentarse a escribir (por fin) esa novela y también el de autopublicarla (también por fin, con la de años que se llevan leyendo historias de éxito de escritores que lo han hecho…)? Como con el primer mes del año suelen llegar también los planes ambiciosos para el resto de los meses, los de escribir y publicar parece una de esas cosas que es probable que muchos hayan escrito en sus listados de tareas. Amazon ha perfilado un decálogo de consejos para quienes lo hayan hecho (por aquello de que Amazon tiene una plataforma de autopublicación), preguntando a varias escritoras que han publicado allí directamente.
De entrada, lo que las escritoras autopublicadas han aprendido es que con la autopublicación viene, aunque parezca repetirse, un proceso de aprendizaje. Todos los días se están aprendiendo cosas nuevas y de más terrenos. Porque, a diferencia de lo que puede ocurrir en otros espacios, aquí se acaba trabajando en todos los terrenos del proceso de publicación, desde que se piensa en la historia hasta que esta llega al lector final.
De los demás consejos que ofrecen, nos hemos quedado con estos siete puntos básicos de trabajo.
1. Encontrar la inspiración. Como apuntan en la lista de consejos es “prácticamente el primer requisito para comenzar a escribir una novela” y se puede encontrar en cualquier cosa. Es, por así decirlo, la chispa que hará que arranque la historia.
2. No temer el síndrome del bloqueo de escritor. Y casi como una especie de contrapeso contra la idea de la chispa de inspiración está la cuestión de temer arrancar, el síndrome de la hoja en blanco. Al fin y al cabo, es uno de esos temas que protagonizan libros, películas, artículos… pero que no tiene necesariamente que pasar.
3. Crear tu rincón de escritura. Tiene que ser “un espacio en el que nos sintamos a gusto, en el que vuele la imaginación y se sienta como el perfecto lugar de trabajo”. Para muchos autores esto también implica ponerse un horario de trabajo preciso y que haga que se establezca una rutina de escritura.
4. Diseñar con cuidado los personajes. Como señalan es “uno de los elementos fundamentales de todo libro”. Su evolución es lo que mueve la historia y la trama y lo que hace que conectemos con la novela que tenemos delante. Hay que crear un perfil del personaje.
5. No hay que entrar en pánico con los atascos puntuales. “A veces, lo mejor es, simplemente, dejarlo reposar”, explica Cherry Chic, una de las escritoras autopublicadas con las que hablaron en Amazon. “Mientras más se fuerza algo, peor es el resultado. En muchas ocasiones no se consigue avanzar porque nos empeñamos en acabar algo que tenemos a medias y nos negamos a aceptar que puede que no sea el momento de dar vida a esos personajes. Descansar, leer mucho, distraerse y, si surge, empezar algo nuevo. En algún momento la historia abandonada pedirá atención”.
6. La longitud del libro tiene que venir marcada por la propia historia. No vale ni meter paja para que el libro sea más largo ni cortar por lo sano para la historia no se nos vaya de las manos. La longitud tiene que tener sentido y adecuarse a lo que la novela impone.
7. ¿Establecer o no establecer hacia dónde irá la trama por adelantado? Las escritoras autopublicadas de las que parten los consejos tienen claro que es mejor no cerrar la trama antes de sentarse a escribir, porque con eso solo se limitará la escritura y es más fácil atascarse mientras se trabaja. Su opinión no es sin embargo algo unánime en el mundo de las letras y hay autores que piensan que lo mejor es saber antes de nada qué se quiere hacer. Así que es casi una cuestión de probar y ver qué le funciona a uno.