Estar casada con un genio no es fácil. Sofía Tolstoi lo sabía muy bien: se casó muy joven con Lev Tolstoi, que ya entonces apuntaba maneras de genio, y tuvo que enfrentarse en su primera noche con él a la lectura de su diario en el que narraba su vida depravada previa al matrimonio (y saber que se aprovechó de una de las criadas y la dejó embarazada no es lo que una chica enamorada de 18 años quiere saber de su marido en la noche de boda).
Luego tuvo que soportar partos y más partos, los humores cambiantes de un marido que aspiraba a una especie de santidad, que desdeñasen su trabajo como asistente de la obra de su marido y que este además intentase hacerle perder los derechos de autor de su obra (que puedes o no estar de acuerdo con Tolstoi, pero puedes entender también que a Sofía no le hiciese mucha gracia).
Pero lo peor debe ser imaginar que todo el mundo lee en clave las obras que escribe tu marido o que busca ecos de tu propia persona en sus textos… especialmente cuando firmas una obra que te dejan en tan mal lugar como La sonata a Kreutzer. La historia sigue a un matrimonio y aboga por la abstinencia (y con una lección moral para la esposa). No, si eres Sofía, esta novela no te debía gustar mucho.
¿Qué puedes hacer ante una situación así? Donde las dan, las toman, puedes llegar a pensar. La mujer que inspiró algunas de las escenas más escandalosas de Madame Bovary a Gustave Flaubert escribió su propia novela de respuesta (que fue publicada y es conocida). Y Sofía Tolstoi escribió su propia anti La sonata a Kreutzer, aunque no fue publicada y se convirtió en un manuscrito olvidado. Hasta ahora.
Porque ahora la Universidad de Yale la acaba de recuperar en un volumen con potencial para ser francamente fascinante que han titulado The Kreutzer Sonata Variation, que podría ser Las versiones de La sonata a Kreutzer. Y en ese volumen está la novela que escribió Sofía, pero también las respuestas que escribieron dos de los hijos del escritor al texto.
El texto de Sofía Tolstoi es una novela corta de 90 páginas, que permaneció oculta entre sus papeles (el autor del artículo de Slate que la recupera se pregunta si ella habría querido realmente que se publicase en algún momento) y que se titula ¿Quién es culpable? Entre los títulos que Sofía Tolstoi barajó para el texto están también el de ¿Es ella culpable?, Asesinato, Mucho tiempo tras el asesinato, Asesinato gradual, Cómo fue ella asesinada, Cómo los maridos asesinan a sus esposas o Una mujer asesinada más (o Una esposa asesinada más). Y todos estos títulos dicen bastante sobre cómo veía Sofía Tolstoi la historia. Y, como apunta el periodista de Slate (que ha podido leer ya la novela), era además capaz de escribir y de hacerlo bien.
La novela es realmente una versión de la de su marido: Sofía cuenta la historia desde el punto de vista de la esposa protagonista y deja bien visible el retrato del marido que está bastante desequilibrado. Y además crea, nos cuenta, un retrato de la evolución del amor (sobre el que ella posiblemente podría decir mucho: la protagonista de su versión también se ha casado con un hombre que era mucho mayor que ella y que la impresionó intelectualmente).
El libro incluye también una novela corta escrita por uno de los hijos del matrimonio y otra novela corta de la propia Sofía, Song Without Words, como la ha traducido al inglés, Canciones sin palabras, en la que aborda los límites entre la atracción intelectual y la sexual.