cama

Como sabéis nos encantan las estadísticas que pueden entrar en el área de miscelánea y que tocan los temas que bien entran dentro de las curiosidades (y sí, a veces también nos preguntamos sobre el valor científico que tienen algunas de ellas, pero son tan atractivas que no podemos evitar compartirlas). Y unas de las que más nos suelen gustar son las que están centradas en aspectos como el cómo trabajan los escritores o los elementos que pueden garantizar el éxito o el fracaso de un libro. Y uno de esos elementos es, no curiosamente, el principio de sus historias.

Hace unos años hice un curso de novela (y sí, daría para un Viajando con Jane Austen pero a lo crónica de lo que te puede pasar sin ir tan lejos) y una de las cosas que el profesor nos dijo fue que aunque nos pareciese mal (a él más o menos se lo parecía) los libros que no enganchaban en el párrafo inicial no conseguían atraer la atención del lector. Vamos: que si cuando empiezas a leer no te seduce lo que lees, no vas ni a comprártelo ni a seguir leyendo. El arranque es fundamental, por tanto, y solo los escritores que tienen éxito saben crearlos bien.

Además, el arranque también es el punto que hace que las editoriales decidan leer o no tu historia, ya que no van a pasar de esas primeras páginas. Y, entre todos ellos, hay comienzos de historia que son, como dicen en GoodeReader, el beso de la muerte en lo que a tu manuscrito se refiere. Si empiezas tu historia con el protagonista despertándose en cama, tu historia va a ser rechazada. O al menos tiene el 99,9% de posibilidades de que esto suceda, según una estadística de  Nelson Agency.

¿Por qué va a pasar esto? En el blog de la agencia literaria lo explican (y cuentan además que es un principio que ven de forma frecuente y que a pesar de ello nunca funciona). Según sus apreciaciones, las historias que comienzan con una escena así suelen ser «estáticas» (o como nos explican entre paréntesis, poco interesantes). Además, es un recurso al que echan mano muchos escritores que están empezando porque arrancar en el momento en el que el personaje se despierta parece algo seguro.

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